STEF NIETO “EMPRENDEDORA DE ÉXITO”

Hace unas semanas, recibí un mensaje privado por Instagram de la cuenta “Blog la guardería de mamá”. Si bien es una cuenta con la que mantenía interacción, no había tenido el gusto de conocer en persona a su propietaria, Maykela. Por ende cuando me escribió para realizarme la propuesta de participar como expositora en un evento que estaba organizando para mujeres, me extrañé. En mi cabeza pensaba: ¿Yo? ¿Estará segura?. Porque claro, al conocernos sólo por redes, quedaba la interrogante dentro de mí. ¿Sabrá en lo que se está metiendo?, porque como les contaré en mi próximo post, a veces, “redes vemos corazones no sabemos”.

Quienes me conocen saben que en mis redes trato de plasmar al máximo quién soy. Una mujer bastante transparente, sincera y con un gran sentido del humor (negro). Así que escuché su propuesta y acepté,  ya que el evento iba muy alineado con una de mis misiones: Conectar con otras mujeres y alivianar nuestro equipaje.

Lo que no me había dicho Maykela es que sería la invitada especial bajo el título “Emprendedora de éxito”. Cuándo me envío la información por Chat, lo observé y comenzó el ataque de mis enemigos internos: los miedos y las dudas. ¿Emprendedora de éxito, yo?. 

Soy el producto de una infinidad de catarsis. He metido la pata (dicho en buen panameño) en incontables ocasiones y en múltiples temas (anoten en negrita el amor por ahí).

Llegó el día del evento. Un grupo de 20 mujeres sentadas todas en armonía pero con una energía de entusiasmo indescriptible esperaban por mi charla. Les confieso estaba nerviosa. Porque ¿Qué tenía yo que decirles a este grupo de mujeres sobre el éxito?. ¿Qué es el éxito? ¿Por qué Maykela pensó que yo podría hablarles de este tema?.

Soy el producto de una infinidad de catarsis. He metido la pata (dicho en buen panameño) en incontables ocasiones y en múltiples temas (anoten en negrita el amor por ahí) y estoy lejos de ser la versión super beta de mí misma. Tras eso, considero que la sociedad en la que vivimos actualmente se complace etiquetándonos. Colocándonos títulos como “Famosa” “Influencer” “Exitosa” “Madre” “Curvy” etc. Esto en cierta forma le brinda a las personas un sentido de pertenencia, pero a mi parecer nos está dividiendo. Después de todo este monólogo interior decidí que más que hablarles de experiencias profesionales les hablaría de mis catarsis. Tomé ésta decisión porque estoy convencida de que hemos perdido nuestra esencia permitiendo que nuestros logros o “fracasos” profesionales, nos definan.

Sí, soy una mujer exitosa. Les dije luego de agradecerles los minutos que me regalarían al escucharme. Soy exitosa, porque he logrado ver cómo me he transformado en quién deseo ser después de grandes luchas internas. Soy exitosa porque me he sobrepuesto frente a grandes obstáculos pero sobre todo porque me he vencido a mí misma. Mí misma puede ser nuestra aliada pero en varias ocasiones nuestra principal enemiga.

Y cuando comienzo a hablar de catarsis debo hacer la salvedad de que por ningún lugar la palabra pobrecita encaja. Para mí era (y sigue siendo) importante, que sepan que de los momentos más difíciles es de dónde se sacan las mayores enseñanzas. Son las oportunidades perfectas para mirarnos al espejo y conocernos finalmente. El momento mágico de “Saber de qué estamos hechas”.

Soy exitosa porque lo que he construido profesionalmente me permite manejar de mi tiempo y estar con mi hija, viajar por el mundo. Este es el verdadero significado de éxito para mí, disfrutar del tan ninguneado tiempo.  Pero esto no siempre fue así. Por eso más allá de hablarte de lo que he logrado, prefiero contarte de todo lo que me ha costado y me sigue costando. Porque a simple vista parece todo muy sencillo y bonito. Sería hermoso hablar por horas de lo fabulosa que es la vida cuando trabajas haciendo lo que amas, en mi caso la locución y la televisión, pero créeme  detrás de esta “Emprendedora de éxito” hay una gran apagadora de fuego que hace siete años atrás entendió que en la vida, muchas veces, para alcanzar lo que deseas, debes hacer lo que TIENES QUE HACER en el momento presente.

¡Apagar fuegos! ¡Enfrentar tus miedos! ¡Pedir ayuda! ¡Armar un plan de acción! y sobre todo jamás sentir que todo esto es un Sacrificio. Del sacrificio hablaremos más adelante.

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