¡Estás soltera por intimidante!

Mis queridas doñas bienvenidas a un nuevo #lunesdeseriedad. Como siempre digo los pobres días lunes han pagado los platos rotos de una sociedad agotada, por eso siento que es muy importante que los veamos desde otro ángulo, y para lograrlo aquí, cada inicio de semana, traemos temas de interés y de gran aporte que no pueden faltar en el equipaje de una mujer.  (Si te perdiste el tema anterior en el que hablamos sobre como optimizar tu tiempo puedes encontrarlo aquí). 

Sin más preámbulos ¡Comencemos!

¡Levanten las manos las solteras! Sin pena ombe! y es que afortunadamente (digo yo que somos afortunadas) estamos viviendo la soltería en una época en donde admitirla no es una vergüenza y vivirla no es una condición de padecimiento, sino una decisión. (Ok ya pueden bajar las manos las solteras… y si no estás soltera te garantizo que te interesará seguir leyendo).

Confieso que desde hace mucho tiempo tenía la idea de conversar sobre este tema y sé que les va a sonar súper raro pero una de mis plantas favoritas me inspiró a finalmente romper el silencio.

Aquellas que me acompañan en la cuenta de Instagram @equipajedeunamujer saben que gracias a mi madre soy amante de las plantas. Esta mañana al despertarme noté que el ficus que tengo en mi cuarto tiene dos hijitos nuevamente. El ficus lyrata es una de las plantas predilectas para decorar interiores pero es “sumamente especial”. Es lo que todo el mundo me decía. La mía la compré hace casi tres meses y no me atreví a comprar una más grande (son bastantes costosas) porque me daba miedo pagar tanto dinero y que se me muriera… Estaba totalmente predispuesta por lo que todo el mundo me decía, incluyendo el señor que me la vendió el cual me dijo que era tan jodida que era súper difícil hacerla crecer.

Desde que la traje a casa la coloqué en mi estudio y me dediqué a entenderla. Analizar qué lugar le gustaba, si tenía suficiente luz, la cantidad de agua, etc. Se dice que esta planta es especial y delicada ya que no en todas las temperaturas sobrevive (no le gusta mucho sol, pero tampoco la sombra… no le puedes echar agua muy seguido, pero si lo suficiente para que las raíces queden bien húmeda por días…mejor dicho ES JODIDA)… ¿ya están entendiendo a qué viene el ficus al caso?  

Hace muy poco tiempo atrás tener mas de 30 años de edad y ser soltera era un infortunio. “La dejó el tren” “Mejor que se meta a monja” “Va a vestir santos” y otras frases retrógradas que me resulta increíble pensar que se utilizaban para expresarse sobre una mujer que simplemente no tenía pareja… like if it is the end of the world estar soltera ¿no? Básicamente en ese entonces se consideraba que una mujer estaba “realizada” si conseguía marido y tenía hijos. Por supuesto los hijos no podían faltar porque sino la mujer no estaba “completa”. Como si fuésemos nacido siendo una mitad… un ser incompleto… ¡Repito… afortunadamente vivimos en esta época en donde estamos finalmente entendiendo que no hay que buscar ninguna media naranja sino un buen exprimidor… (Ok, prometo no salirme de contexto).

La vez pasada vi un meme (ustedes saben que vivo por los memes) que decía:  si es inteligente, bonita, guapa etc… y está soltera ¡Huye! debe estar loca… (algo así). Me reí pues hay mucho de cierto en que las mujeres estamos jodidamente locas (locura que he aprendido a amar). Pero también me hizo meditar sobre la profundidad de este pensamiento. “Si posees todas esas cualidades y estás soltera…algo malo debe haber en ti…porque sino estarías felizmente casada”…¡WOW!

Para ser ecuánime y congruente, las mujeres por siglos hemos repetido “todos los hombres son iguales” y pues los hombres por décadas se han defendido diciendo “¡Todas las mujeres están locas! Nadie las entiende”.

La verdad es que ambas frases están mal formuladas. ¡No! todos los hombres no son iguales… Todos los hombres que te encuentras o que atraes SON IGUALES. Porque tus expectativas, tu conciencia, tu madurez emocional, tu amor propio… están (por decirlo de una manera) programados en esa frecuencia. Existen tantos factores que nos hacen creer que merecemos tan poquito, como tolerar parejas tóxicas y tipos que no sirven para nada; y uno de esos factores es la baja autoestima.

Pese a que nos creamos muy modernas y nos espantemos al saber que en algunos países aún mutilan a las mujeres (ablación del clítoris) nosotras vivimos mutiladas mentalmente. La presión de ser la solterona aún es REAL, aunque nos cueste admitirlo. Producto de esto mujeres viven en relaciones infelices por miedo a “fracasar” a “quedar soltera a cierta edad”.  Esto ha ido cambiando poco a poco, pero aún falta mucho para que deje de ser una realidad palpable. Ojo… presten atención que hay una gran diferencia entre ser y estar soltera. No es lo mismo, ni se escribe igual y a partir de este momento diremos “ESTAR SOLTERA”.

Desde que estoy soltera, entiéndase bien; sin una relación formal ante los ojos de la sociedad que me condecore como una mujer realizada, luchona que encontró felizmente su media naranja y que vivirá feliz para siempre hasta que la tulivieja los separe; he escuchado muchas opiniones que tratan de buscar una explicación científica del por qué mujeres “como yo” no consiguen marido coño! ¡¿Cómo es eso posible?! ¡Mira a fulana! fue un día a una fiesta, conoció un tipo y ya… ahí está felizmente casada. ¡Qué vaina Stefanie y tú…nada! (inserte flauta de titanic en el fondo que anuncia una tragedia).

Los comentarios que más he escuchado es que las mujeres “como yo” somos “intimidantes”, parecemos “inalcanzables”. Entiéndase mujeres como yo: profesionales, independientes, con poder adquisitivo… en resumen luchonas empoderadas (ya si nos hacen bullying con esos adjetivos usémoslos a nuestro favor ¿no?). Una mujer como tú es difícil de complacer… fue la última frase que me dijeron. “Eres muy jodida”“Se nota que jodes demasiado”. ¡BINGO! ¿Ya hace sentido por qué el ficus lyrata me animó a hablar de la soltería?.

Cuando llegas a un nivel de tu vida en que finalmente entiendes qué deseas, qué te gusta, qué mereces, es muy poco probable que aquellos hombres que alguna vez te atrajeron tanto… te atraigan ahora. No es que ahora “te creas la gran vaina”, es que ahora sabes ¡QUE ERES LA GRAN VAINA! Llegar a los 30 y algo soltera no significa que estás loca…o bueno ¡quizá si! Esa locura de conocerte y valorarte es la que no permite que cualquiera te haga perder la soltería (insisto hablo de una relación formal, porque estar soltera no es lo mismo que estar sola…ojo!). Llegas a esa edad en dónde te permites sanar sin otros clavos (quizá martillos pero no clavos que saquen otros clavos…no, eso no), en la que te preocupas por tu bienestar emocional. Por eso dije y repito ¡Afortunadamente estamos viviendo en esta época! en donde la mujer está preocupada por sanar, por crecer como persona, y en esa búsqueda de bienestar la mujer de la actualidad ha avanzado años luz en comparación a los hombres. Y esto no es culpa de los hombres ¡ojo! Somos hechura de una generación de madres que no deseaba que viviéramos subyugadas a los hombres “tienes que estudiar” tienes que superarte” “valerte por ti misma” “que ningún hombre te mantenga” y así fue y eso hicimos… hay hombres… por supuesto que los hay pero no todos llenan las expectativas de mujeres “como yo” como para formalizar una relación y vivir el sueño de “felices para siempre”. De hecho muchas no buscamos el felices para siempre… muchas estamos en paz con el “mientras dure”, pero esto creo que es mucho más difícil de digerir por el momento.

Lo cierto es que hoy comprendí que no soy intimidante ni “demasiado jodida”, es sencillo, somos como el ficus lyrata… perfectas para que un hombre nos lleva a su casa pero no cualquiera sabrá a qué temperatura calentarnos; ni como regarnos para humedecernos las raíces. Aquel que esté a tu altura no te verá como inalcanzable. Sabrá analizarte, complacerte. El ficus lyrata no se conforma con cualquier esquinita para reverdecer… ¿¿¿por qué tú si???

Con amor,

Stef Nieto
@equipajedeunamujer

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